Cuántos "nunca más" hay en tu vida? (I)
Después de varios años de trabajo como psicólogo uno se da cuenta que una de las cosas más difíciles en la vida es poder encarar lo que llamamos "el nunca más". Nunca más seré joven, nunca más volveré a estudiar con aquellos compañeros / as, o nunca más tendré el trabajo hace x años, o nunca más volveré a jugar al fútbol porque ya soy mayor, o ... infinitas situaciones a lo largo de la vida que hemos dejado atrás, expectativas e ilusiones que hemos abandonado con el paso de los años. Tenemos que reconocer que cuesta mucho aceptarlo y no quedar clavado en estas pérdidas !!! Pero aún hay pérdidas más duras, la de personas, lugares de trabajo, modos de pensar, injusticias que hemos vivido en carne propia, enfermedades, situaciones terminales .... y entonces es cuando nos damos cuenta de que la vida no es como esperábamos, que nos sentimos faltos de personas o esperanzas que llenaban y tienen un lugar dentro nuestro. Qué dolor, qué desánimo y qué bajada de defensas y de energía y como cuesta a veces hacer frente al vivir diario !!! Todo esto que acabamos de describir está en el núcleo de nuestra vida. Según encaramos estas situaciones viviremos mejor o nos amarga la vida. Según integramos las pérdidas y duelos en nuestro mundo interno seremos más o menos libres, según comprendamos y reconozcamos el mal que nos han hecho las desilusiones y desengaños podremos ayudar a los que tenemos al lado y ser personas con alegría y buen humor. Seamos claros, en la manera de integrar y hacer frente a los dolores más fuertes podremos ser o no ser personas positivas, estimulantes y creativas. Y no vale decir que ya lo he olvidado, o que ya ha pasado o incluso a mí no me afecta, porque la herida se irá haciendo más profunda y tarde o temprano nos pasará factura. "El nunca más" es una experiencia profunda y dolorosa que ya comenzó en el momento de nacer y que condiciona toda nuestra vida. Nuestras esperanzas y retos, nuestro sentido del vivir y nuestra manera de relacionarnos tienen mucho que ver en como hemos sido educados y de cómo hacemos frente a la frustración y la separación.
De todas formas el camino que nos marca "el nunca más" no sólo es empinado sino que es el camino del cambio, del crecimiento y de la creatividad, de la vida y del gozo tal y como comentaremos en un próximo artículo.